Viaje a Navarra

      Viaje a Navarra

       Elena Alcaide Galiana

"Entre Pupitres" A.D.

      Este fin de semana pasado, los alumnos de 1º de Bachiller fuimos a Navarra a visitar la Universidad y a conocer un poco más sobre su propuesta educativa y cultural.

Jueves.
     Ocho horas de viaje en autobús por delante. Todos con ganas de empezar el viaje y llenos de energía a pesar de que fuera por la mañana temprano. El viaje se pasó rápido gracias a la música, las cartas y las siestas entre parada y parada. Al llegar al hotel, lo primero que hicimos es ir a las habitaciones, ver la nuestra, tocarlo todo. Por fin, nos vamos a lo que más ganas teníamos: el Juevintxo. Después de cenar, tuvimos tiempo libre hasta las doce. Y, ¿qué podíamos hacer hasta que llegara la hora de irnos al hotel? Todos teníamos claro que queríamos ver tiendas, bares y sitios a los que entrar hasta que nos llegara la hora de irnos.

Viernes.

     Hoy tocaba madrugar: era el día que visitábamos la Universidad de Navarra. El día comenzó con lluvia y siguió así hasta que cayó la noche. Durante toda la jornada, estuvimos haciendo actividades y charlas con gente de la Universidad: charlas orientativas, visita de las diferentes facultades o ratos para conversar y preguntar a algunos alumnos de la Universidad. A la hora de la comida, fuimos a la cafetería del Campus, donde coincidimos con Miguel Aranguren. p; Por la tarde, tuvimos un taller en el Museo de la Universidad de Navarra, que nos dejó igual de impresionados que el Campus, todo verde y lleno de árboles, sin duda un lugar lleno del mejor ambiente posible. Por la noche, estaba previsto hacer el recorrido de los San Fermines, pero la lluvia nos lo impidió.

Sábado.

  Durante el viaje de vuelta, hicimos paradas en diferentes lugares como Javier, un pueblo cerca de Pamplona, lugar de nacimiento de San Francisco Javier, donde vimos el bonito castillo que se encuentra allí; o Zaragoza, donde fuimos a ver la Basílica de Nuestra Señora del Pilar e hicimos una parada para comer. La vuelta a casa fue más tranquila: todos estábamos muertos del viaje y con ganas de llegar a casa para dormir y descansar.

    No hablo sólo por mí cuando digo que esta experiencia nos ha unido más de lo que ya estábamos. Hemos compartido momentos que van a durar en nuestras memorias durante mucho tiempo, con gente que es prácticamente nuestra familia de fuera de casa, gente con la que vamos a convivir día a día durante más tiempo y con la que vamos a poder contar siempre, sin importar el tiempo que pase o lo lejos que estemos unos de otros. De este viaje no solo nos llevamos información y experiencias, sino también recuerdos y sentimientos.

* Entre pupitres es la sección de los Alumnos de la Redacción del Ángel Digital